Mi opinión de Te daría el mundo, de Jandy Nelson

Te daría el mundo
Jandy Nelson
Editorial Alfaguara
416 páginas

Noah y su hermana melliza Jude son inseparables. El solitario Noah dibuja sin parar , y se enamoró en secreto de su enigmático vecino. La atrevida Jude salta desde altísimos acantilados, los labios rojos y tiene muchos amigos.

Pero tres años más tarde, los hermanos ya no se hablan. Algo sucedió entre ellos Algo pasó y cada uno reaccionó de forma diferente... Hasta que Jude conoce a un chico lindo, frágil y arrogante... y a alguien más, una nueva fuerza en su vida todavía más impredecible. Estas dos personas están ligadas a su pasado de manera inevitable.

Los primeros años de esta historia los cuenta Noah; los últimos, Jude. Lo que ninguno comprende es que solo conocen la mitad de la historia y que, si pudieran compartirla, tendrían una oportunidad real de regalarse el mundo que perdieron. y volver a empezar.

Mi opinión:

Te daría el mundo era un libro que me llamaba mucho la atención pero que realmente esperaba que fuera simple, entretenido, para pasar el rato. Grande fue la sorpresa que me llevé cuando comencé a leerlo y vi que era una historia que iba más allá de mis expectativas.

Nos encontramos con dos mellizos que narran la historia: Noah y Jude, tan iguales y tan distintos al mismo tiempo. Los primeros años los narra Noah; ambos tienen 13 años y su madre les da la idea de entrar a la escuela de arte. El presente de la historia, cuando ya tienen 16 años, es narrado por Jude, donde los mellizos que solían ser tan unidos ya no se hablan ni comparten su vida como antes. Ambos tiempos se van alternando para al final del libro descubrir que fue lo que les hizo cambiar tanto.

"Conocer a tu alma gemela se parece a entrar en una casa que conoces bien; reconocerás los muebles, los cuadros de la pared, los libros de los estantes, el contenido de los cajones. Podrías encontrar el camino a ciegas, de ser necesario."

En el tiempo que ocurrió entre ambas narraciones ambos hermanos han cambiado mucho, así que llegamos a conocer dos lados del mismo personaje. Noah era un chico al que le gustaba mucho dibujar y pintar, que se moría de ganas de estudiar artes. En la segunda parte él ya no dibuja y es deshonesto consigo mismo con respecto a su orientación sexual. 

Jude era una chica que le gustaba mucho esculpir, tenía muchos amigos y salía con chicos. Luego se convirtió en una obsesionada con las enfermedades poco comunes y fiel seguidora de la biblia de supersticiones de su abuela.

Este cambio tan abrupto de personalidades me pareció muy real, bien desarrollado y argumentado (no sale de la galera).

Otra cosa que también me gustó mucho es la importancia del arte y de la familia en la historia. Además de que se trata el tema de la homosexualidad de forma completamente natural.

El único punto negativo que puedo mencionar es que los capítulos eran muy largos (a veces más de 100 páginas) y por eso se hacía un tanto pesado.

Realmente admiro a la autora por haber creado una historia tan buena, con personajes reales, dinámicos y entrañables. Lo recomiendo totalmente, fue una de mis mejores lecturas del año.

¿Habeís leído este libro? ¿Coíncidis conmigo?

¡Nos leemos!